Incontinencia urinaria, lo que deberías saber.

Este artículo es gentileza de Gema García Gálvez

Considerada por la OMS un grave problema de salud pública, la incontinencia urinaria sigue siendo una enfermedad que se vive en silencio, aislando a las mujeres que la sufren y deteriorando su calidad de vida. Por este motivo y, porque me gustaría dejar de ver mujeres jóvenes en consulta llorando por un tema que les agobia y han estado ocultando años, escribo este post.

1. En torno a los 55 años, el 50% de las mujeres presentará algún tipo de incontinencia urinaria, algo que contrasta con que a día de hoy siga siendo uno de los principales temas tabú del siglo XXI. Según investigaciones, debido a la naturaleza vergonzosa de este problema y a la creencia de que no existe solución alguna, las mujeres sufrirán sus síntomas durante una media de 7 años antes de acudir a consulta médica.
2. 1 de cada 4 mujeres sufre algún tipo de incontinencia urinaria, siendo los dos tipos más comunes por esfuerzo: al toser, estornudar o dar un salto, se sufre un desagradable escape de orina; o de urgencia: de forma involuntaria y sin previo aviso, se desencadena un imperioso deseo de orinar, pudiendo producirse un vaciado completo de la vejiga aunque no encontremos un baño cerca.
3. El impacto en la calidad de vida social y emocional es considerable. Imagina tu día a día en lo laboral y personal, dependiendo de tener siempre controlado un cuarto de baño cerca, por temor a mojarte y oler. La autoestima se ve tan afectada que muchas mujeres se aíslan reduciendo sus salidas y viajes, ocultan su situación por pudor incluso a sus parejas, llegando a padecer depresión por este motivo. ¿Por qué no consultan? ¿Por qué no tratamos con naturalidad temas de lo íntimo?

4. Y ¿por qué ocultarlo si tiene solución? Esto es lo que toda mujer que se cuida debería saber, que tiene solución, y más aún cuando un 33 a 50% de las nuevas mamás pueden presentar incontinencia urinaria dado que el embarazo y el parto son uno de los factores de riesgo más importante.
5. Conseguir un estado de vida saludable precisa de buenos hábitos y prevención, y en el caso de la incontinencia urinaria, una forma sencilla de fortalecer los músculos del piso pélvico, que sostienen la vejiga y uretra para su adecuado funcionamiento, es dedicar 5 minutos al día a realizar ejercicios de Kegel, es decir, una tanda de 10 contracciones 3 veces al día.
6. Si la incontinencia urinaria es en cuantía y frecuencia de los escapes una situación que ya afecta la calidad de vida, no hay que dudar y consultar con especialistas de piso pélvico para dirigir hacia una kinesioterapia bien supervisada o tratamiento médico o quirúrgico, dado que hoy en día existen cirugías poco invasivas, eficaces y de rápida recuperación.

¡Hay solución!

Cuando las mujeres con incontinencia urinaria vuelven a consulta tras haber realizado una adecuada kinesioterapia o haberse sometido a una cirugía de incontinencia, la gran mayoría entran al despacho con una gran sonrisa, según las veo entiendo que ha vuelto a sus vidas la confianza, la libertad para entrar y salir y la autoestima que habían perdido. No olvidéis que la maternidad y el envejecimiento forman parte de nuestra vida, y ocasionan este limitante problema muchas veces, pero “hay solución”. ¡Cuéntaselo a tus amigas!