El balón se escapa a menudo de la vagina:
Para evitarlo enrolla una toalla doblada, de modo que forme un rodillo de unos 12 centímetros de diámetro y antes del entrenamiento colócalo entre tus muslos. Luego comienza a inflar el EPI-NO, éste permanecerá en la vagina cómodamente. Separando los muslos poco a poco, el balón se deslizará hacia fuera suavemente.
El mejor entrenamiento:
Comienza inflando el balón sólo lo justo para hacerlo lo bastante rígido para su inserción. Inserta tres cuartas partes del mismo sin inflarlo más. Practica algunas contracciones y relajaciones del suelo pélvico y mira la aguja del manómetro. Debes observar que la aguja sube cuando contraes tus músculos del piso pélvico y vuelve a su punto de partida al relajarlos totalmente.
Esto es importante porque deseas crear memoria muscular que servirá para relajar tu piso pélvico mientras la cabeza del bebé está coronando. Después de algunos minutos realizando este ejercicio, saca el balón un poco de modo que esté solamente la mitad dentro. Comienza a inflar el balón, (ahora no tienes que mirar el manómetro pues no hace falta en los ejercicios de dilatación vaginal) hasta que alcances un nivel que no cause malestar. No debes sentir dolor, apenas una sensación de máximo estiramiento. Ahora puedes sostenerlo con tu otra mano o ponerte de lado con las piernas dobladas y lo mantienes dentro con tus muslos. Intenta permanecer de esta manera durante unos 10 minutos. Mantén esta postura ya que el balón tiende a salir y tendrías que invertir esfuerzo en aguantarlo. Si te sientes cómoda, tu pareja puede asistirte sosteniendo el balón.
Repite el ejercicio si el balón sale. Después de 10 minutos deja de sostenerlo adentro, y déjalo salir. Entonces mide el diámetro del balón colocándolo contra la plantilla del gráfico que encontrarás en el manual de instrucciones.
Relájate durante esos 10 minutos, escucha música, lee, piensa en los aspectos positivos del parto, y haz ejercicios de respiración o cualquier cosa que desees…